Oportunidades que cambian vidas

Más de 540 panameños han cambiado su vida para alejarse del riesgo social. La cifra fue expuesta por la Fundación Jesús Luz de Oportunidades (FJLO) que celebró junto a múltiples empresas, este logro, entre ellas Minera Panamá como la empresa con mayor cantidad de beneficiarios contratados.

FJLO busca reducir la inseguridad y los índices de criminalidad en Panamá, rescatando a jóvenes del mundo de la violencia a través de un modelo de resocialización que los permite integrarse de una manera honesta.

Actualmente en Panamá existen más de 150 pandillas y un alto nivel de actos violentos a diario, muchos de ellos desconocidos por la población en general. La causa está en la pobreza y en la escasez de oportunidades para una vida mejor. Así lo afirmó Rafael Zevallos, Director Ejecutivo de FJLO.

Esta Fundación ha venido trabajando en los barrios, en Centros Penitenciarios, de la mano del Ministerio de Gobierno y con participantes del Programa Barrios Seguros del Ministerio de Seguridad, en lograr que cada vez más jóvenes cambien su vida y se unan al mundo laboral. Pero no es tarea sencilla, una vez los jóvenes deciden cambiar, la Fundación les ofrece en alianza con el Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (INADEH) capacitaciones en oficios como albañilería y electricidad básica, entre otras. Adicional, se imparten formaciones en habilidades blandas como imagen y finanzas personales, entre otros.

“Luego de que los muchachos pasan todo el proceso de resocialización, hay un equipo técnico de trabajadores sociales y psicólogos que le hacen una evaluación. Después de un análisis bien extensivo de la persona te das cuenta de las cualidades que tiene para trabajar en construcción, o en una bodega, o en servicio al cliente y esto ayuda a dirigir al muchacho hacia la oportunidad que más se aplica a él” explicó el director ejecutivo de FJLO.

Pero el ciclo de reinserción no se cierra hasta tanto estos jóvenes tomen una oportunidad de trabajo en empresas aliadas. Por un periodo de seis meses, las empresas y los beneficiarios cuentan con un seguimiento por parte del equipo técnico de FJLO para que la inserción laboral sea exitosa. Una de ellas es Minera Panamá, con un índice de contratación de 16 jóvenes, ante lo que Zevallos resaltó: “es la empresa que más muchachos beneficiarios ha contratado, y de todas las oportunidades que han ofrecido solo un muchacho renunció por asuntos familiares”.

Itza Jaén, madre soltera de cuatro hijos, entre edades de 4 a 22 años, habla sobre la oportunidad que la fundación le ha brindado: “Estar aquí es chévere, la gente es muy buena, brinda bastantes oportunidades ¡Uff vaya que sí las brindan!”.

Durante un almuerzo de celebración, realizado el 4 de julio, Itza recibió su certificado de graduación, que indica que culminó con éxito el programa y está lista para una vida de mejores condiciones para su familia y dejar el duro pasado atrás. “Lo que yo quiero es que ellos [sus hijos] se sientan orgullosos de mi y que no sigan los pasos que yo tuve. Que vean que las cosas no son fáciles porque lo fácil sale bastante caro”, aseguró con ímpetu.

Se desempeña como Electricista I en el proyecto Cobre Panamá. Comentó que escogió la construcción porque desde niña le encantaba este sector. “Ojalá más empresas ayudaran a las personas, así como lo ha hecho Minera, a tener un buen empleo y un mejor futuro para su familia,” finalizó Itza antes de despedirse.

Ante ello, Todd Clewett, Gerente País de la compañía, explicó como Minera está interesada en apoyar a la comunidad. “Mi recomendación para las otras compañías es que simplemente se involucren y den una mano. Estas personas quieren una oportunidad para mejorar sus vidas y es bueno para ellos, es bueno para la compañía, y es bueno para el país”, agregó Clewett.

Gracias a la fundación, a las empresas y al esfuerzo y deseo personal, todos estos jóvenes panameños tienen otra oportunidad de poder cambiar para bien su vida y la de tantos.